En el campo vi una flor
Con la aurora desatada
Como muestra de su albor
Esa flor me miraba
En el campo hallé candor
En una rosa enamorada
Su rocío a mi me dio
La dulzura que buscaba
En el campo besé esa flor
Con la aurora de mi alma
Y como muestra de su amor
Esa flor me besaba
En sus pétalos me brindo
El sabor que en ella estaba
En mis labios aún navegan
Su color de luz y elegancia
En cada beso me bebí
Todo el néctar de su flama
De tanto amarla así
Se que quedó mi amor sin alma
En el campo una flor
Ha sembrado una llama
Dando vida a mi dolor
Y asesinando mi esperanza.
Sus espinas me clavó
Después del beso de su sabia
Era veneno su amor
Y el rocio de su alba.
No te enamores de una flor
Es de poca vida su fragancia
Después que su encanto murió
Quedan espinas que te clavan.
Villa San Luis, 04 de abril de 1993.-
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