nuestra suerte está echada. somos ejecutores de una faena vital. que pasa del burladero a la arena, de las banderillas al capote, de la espada a las astas. de la envestida a los pases. nuestra suerte está echada. entre sangre y arena... es nuestro debate.
viernes, 6 de enero de 2012
reflexiones de vida
nuestra suerte está echada. somos ejecutores de una faena vital. que pasa del burladero a la arena, de las banderillas al capote, de la espada a las astas. de la envestida a los pases. nuestra suerte está echada. entre sangre y arena... es nuestro debate.
sábado, 3 de septiembre de 2011
El último vuelo del halcón
Le llamaban el halcón, y era un hombre de caza…
sus presas eran gente; que le querían y adoraban.
Le llamaban el halcón, tenía fuego en la mirada,
en las palabras pasión y franqueza en su alma.
Le llamaban el halcón y moraba en nuestras casas;
en cada televisor, eran sus gestos hazaña…
era su vida un albur y era su pecho esperanza.
Le llamaban el halcón, alzaba vuelo en las mañanas.
Era simple como el sol, necesario como el agua,
empedernido soñador, gigantesco como el alba.
Le llamaban el halcón, o Felipe Camiroaga…
Buenos días, dijo, a Dios, hasta luego, a su patria.
Le llamaban el halcón, alzó el vuelo hacia su infancia.
En el vientre de un avión, a la isla que él amaba.
Le llamaban el halcón , y hoy todos le llaman
¿Dónde ha ido?, ¿Qué pasó?, ¿Se ha ahogado ya su magia?
¿Se ha ahogado la oración, de todo un pueblo que le clama?
Le llamaban el halcón y alzó el vuelo en la distancia
Solamente dijo adiós y nadie leyó en sus palabras,
“Del aire soy, de paso estoy, desde aquí a otras galaxias”.
sábado, 27 de agosto de 2011
jueves, 25 de agosto de 2011
miércoles, 24 de agosto de 2011
Tu Nombre
Me gusta tu nombre en verso,
Me gusta tu nombre en prosa.
pero más que todo eso,
Amo tu nombre de rosa.
Cada vez que digo tu nombre
Mi alma se llena de alondras
Tu nombre seduce mis sueños
Tu nombre seduce y provoca
Los pétalos de mis deseos
Son capullos en tu boca
He tatuado yo en mi pecho
tu nombre, amada hermosa.
Puedo escribir tu nombre,
con palabras glamorosas.
Caricias, sonrisas y abrazos…
Lleva tu nombre ahora.
Llevo tu nombre en mis pasos,
con palabras simples y propias…
poesías liberan mis manos
alzando el vuelo; palomas.
Tu nombre lo he escrito con fuego,
en mi pecho y en mi boca.
Tu nombre y todo tu cuerpo;
aun me queman y me alocan.
PALABRAS
Palabras que hieren,
palabras que matan
Palabras que duelen,
palabras que abrazan
Palabras que aman,
palabras que embargan
Palabras que mienten,
y las otras palabras…
¿Cuántos amores,
Cuántas andanzas?
Palabras que evocan,
momentos, nostalgias.
Palabras que amo
y palabras odiadas
Palabras criollas,
Palabras foráneas.
Palabras divinas,
Palabras mundanas.
Palabras de hijos
Palabras del alma.
Palabras que dan alegrías…
otras que causan nostalgias;
palabras que dan posiciones
palabras que otorgan distancias
palabras dichas con ira
palabras, cegadas de rabia
palabras tiernas y dulces
palabras de amor y de magia
words, mots, paroles
ord, worte, palavras
palabras que hacen amores
palabras que sacan palabras.
Palabras de amigos y hermanos
Palabras de amores y amadas
Palabras que unen las manos
Palabras que nunca se hermanan.
Palabra de honor y de vida
Palabras de luz y esperanza
Palabras que son poesía
Palabras que roban y engañan
Palabras tuyas y mías
Palabras nuestras palabras.
24 DE AGOSTO DE 2011
lunes, 15 de agosto de 2011
A Violeta Parra
Flor de voz rasgada y serena,
yace en tu alma canción y poesía,
despiertas al sol en alegría o pena,
despiertas la luna cuan suave día.
Flor de suave color morado;
danzan tus dedos en ágil guitarra…
Cantando a todo, lo por ti amado.
¡Salve oh Dios, Flor Violeta Parra!
Venero tus versos, venero tu canto,
me habla el silencio de tu corazón.
De inefable poesía; vestiste tu llanto,
Amaste al amor, sin interrogar: la razón.
Aun siendo flor, te hiciste paloma…
Surcaste los cielos, con tu canción.
Tejiendo pasiones, buscaste una aurora,
traspasaste fronteras, con tu ilusión.
Tu equipaje tenía, el color de mis gentes…
Piel asoleada, de artesano y labrador.
tus pregones se hacen, voz en mil mentes,
se eleva tu canto por sobre el amor.
Te bebiste el amor de un sol forastero;
Fuiste rocío en el cáliz de otra flor.
Fue tu sangre araucana en país extranjero;
Un torrente de sueños de una nación.
Amamantaste el anhelo, del que gozan poetas.
Has sido en mi tierra mucho más que una voz.
Pasaste por la vida, cuan bello cometa,
en tus canciones aún yace su hoz.
Dijéronle a Chile que ya no estarías,
Dijéronle al mundo que habías muerto…
Pero eres la estrella que preside los días,
De nuestra bandera y su firmamento.
12 de noviembre de 1993